3/9/15

Las células del feto influyen en la salud de la madre durante y después del embarazo


Las células del feto influyen en la salud de la madre durante y después del embarazo

Pretenden asegurar la supervivencia del sistema, pero pueden tener efectos no deseados

tendencias21.net

Científicos de Estados Unidos han aplicado un enfoque evolutivo, de cooperación y conflicto, para entender los efectos que ejercen las células del feto emigradas al cuerpo de la madre. Así, el objetivo de estas células es asegurar la supervivencia de la madre (y por tanto la del feto), pero cuando el coste de ese esfuerzo es alto, se producen conflictos que pueden perjudicar a los dos. Además, la madre puede rechazar ese 'control' del feto, produciendo una respuesta autoinmune.
 
Los padres hacen todo lo posible para asegurar la salud y el bienestar de sus hijos mientras crecen. El favor, sin embargo, puede que no siempre les sea devuelto.

Una Investigación ha demostrado que durante el embarazo, las células del feto a menudo migran a través de la placenta, instalándose en muchas áreas del cuerpo de la madre, donde su influencia puede beneficiar o perjudicar a la salud materna.

La presencia de células fetales en el tejido materno se conoce como microquimerismo fetal. El término alude a las quimeras de la antigua mitología griega -criaturas compuestas hechas de diferentes partes de animales, como la cabra-león-serpiente representada en una escultura de bronce etrusca.

Según Amy Boddy, investigadora del Departamento de Psicología de la Universidad Estatal de Arizona (ASU, EE.UU.) y autora principal de un nuevo estudio, existen quimeras. De hecho, muchos seres humanos tienen rasgos quiméricos en forma de células extrañas de padres, hermanos, o descendientes, adquiridas durante el embarazo.

"Las células fetales pueden actuar como células madre y convertirse en células epiteliales, células especializadas del corazón, del hígado y así sucesivamente. Esto demuestra que son muy dinámicas y juegan un papel muy importante en el cuerpo de la madre. Incluso pueden migrar al cerebro y diferenciarse en neuronas", dice Boddy en la nota de prensa de la universidad. "Todos somos quimeras".

El feto

Aunque el microquimerismo fetal es algo común en los mamíferos placentarios (incluidos los humanos), los efectos de estas células en la salud materna siguen siendo un tema de intenso debate en la comunidad de biólogos.

En su investigación, que aparece en la edición en la revista Bioessays, Boddy y sus colegas revisan la literatura disponible sobre microquimerismo fetal y la salud humana, aplicando un marco evolutivo para predecir cuando las células fetales se inclinan a actuar cooperativamente para mejorar la salud materna y cuando es probable que su comportamiento sea competitivo, en ocasiones dando lugar a efectos adversos en la madre.

Las células fetales pueden hacer más que simplemente emigrar a los tejidos maternos. Los autores sugieren que pueden actuar como una especie de placenta fuera del útero, reorientando activos esenciales del cuerpo de la madre al feto en desarrollo. Las células derivadas del feto -que pueden permanecer en los tejidos maternos durante décadas después de que nazca un niño- se han asociado con la protección y el aumento de la susceptibilidad a una variedad de afecciones, como el cáncer y las enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide.

Pero, como advierte la co-autora Melissa Wilson Sayres, no es sólo un tira y afloja entre los intereses de la madre y del feto. También hay un deseo mutuo de que el sistema de la madre sobreviva y proporcione nutrientes para que el sistema del feto sobreviva a su vez y se transmita ADN".

Si cierto grado de microquimerismo fetal ejerce un efecto beneficioso sobre la supervivencia de la madre y su progenie, es probable que sea seleccionado por la evolución como una estrategia adaptativa.

Una revisión de los datos existentes sobre microquimerismo fetal y salud sugiere que las células fetales entran en una relación de cooperación en algunos tejidos maternos, compiten por los recursos en otros tejidos y pueden existir como entidades neutrales -simples "autoestopistas"-. Es probable que las células fetales jueguen cada una de estas funciones en distintos momentos.

Efectos

Por ejemplo, las células fetales pueden contribuir a la respuesta inflamatoria y la autoinmunidad de la madre, cuando son reconocidas como entidades extrañas por el sistema inmunológico de ésta. Esto puede explicar, en parte, las tasas más altas de autoinmunidad en las mujeres. (Las mujeres tienen tasas tres veces más altas de artritis reumatoide, en comparación con los hombres.)

Las células fetales también pueden proporcionar beneficios a las madres, migrando a tejido dañado y reparándolo. Su presencia en las heridas -incluidas las incisiones de cesárea- señalan su participación activa en la curación. En otros casos, las células fetales de la placenta son arrastradas por el torrente sanguíneo a áreas, incluidos los pulmones, donde pueden permanecer simplemente como espectadoras.
 

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